Brasil todavía no cuenta con la cantidad suficiente de respiradores, camas de terapia intensiva, personal calificado y tests diagnósticos para hacer frente a la "fase más aguda" de la pandemia del nuevo coronavirus, que se avecina, señala un informe del Ministerio de Salud difundido el sábado.
El país de 210 millones de habitantes, que hasta el momento registra 432 muertes y 10.278 contagios de covid-19, corre contrarreloj para adquirir tests, equipos de protección individual (EPI) para el personal de salud y para aumentar el número de respiradores y camas disponibles en los Centros de Terapia Intensiva (CTI) antes de que los cinco estados más afectadas registren un aumento drástico de casos, previsto en las próximas semanas.
Hasta que el abastecimiento de estos insumos no alcance niveles seguros, las autoridades sanitarias no recomiendan flexibilizar las medidas de distanciamiento social, como defiende el presidente Jair Bolsonaro, quien desestima el coronavirus como una "gripecita".
"Las camas de CTI y de internación no están correctamente estructuradas ni en número suficiente para la fase más aguda de la epidemia", alerta el documento del ministerio, que hace una evaluación de la situación en Brasil.
Existe además una "carencia de profesionales de salud capacitados para el manejo de equipos de ventilación mecánica, fisioterapia respiratoria y cuidados avanzados de enfermería para el manejo de pacientes graves de COVID-19".
Brasil tiene actualmente capacidad de procesar hasta 6.700 tests por día en los laboratorios autorizados, pero en la fase más crítica debería aumentar esa capacidad a entre 30.000 y 50.000 análisis diarios, según el reporte.
Sin embargo, las autoridades aseguran que están trabajando para aumentar el número de exámenes y sortear los problemas logísticos que han retardado la compra de insumos.
Brasil, que el 26 de febrero se convirtió en el primer país latinoamericano con un caso del nuevo coronavirus, intenta acelerar los preparativos para hacer frente a la contagiosa enfermedad, que ha provocado el colapso de los sistemas de salud en países como Italia, España o Estados Unidos.
"Queremos iniciar el enfrentamiento con el coronavirus de forma diferente a los demás países. Ellos no tuvieron tiempo, tuvieron que aumentar las camas, comprar equipamientos, en la fase más difícil de la enfermedad", afirmó el sábado João Gabbardo, secretario ejecutivo del Ministerio de Salud durante la conferencia de prensa diaria en Brasilia.
"Nosotros tuvimos tiempo, compramos parte de los EPI (aunque no todos los que son necesarios), conseguimos aumentar bastante el número de camas, y aumentaremos más", agregó.
De forma general, la transmisión todavía se encuentra en una "fase inicial" en Brasil, pero el Ministerio estima que los estados de Sao Paulo, Rio de Janeiro, Ceará, Amazonas y el Distrito Federal entrarán pronto en una fase de "aceleración" del número de casos.
Por ello, las autoridades federales recomiendan mantener las medidas de distanciamiento social para disminuir al máximo la curva de contagios y dar tiempo a que los centros de salud estén equipados para enfrentar la demanda.